12 de Mayo del 2016
Dios te escribo porque ya no sé qué más hacer intente
solucionar los problemas por mi propia cuenta y no lo conseguí. Trate de pedir
perdón mil veces y me di cuenta que cuando algo se quiebra es imposible
restaurarlo… Créeme lo intenté, hice todo lo posible para que no fuera así,
pero ya no se puede, por lo menos para mí todo está perdido, tu sabes lo que
sucedió, sabes en que me equivoque y como lo hice, pensando que caminaba cerca
de ti lo único que hacía era alejarme cada vez mas de tu presencia, el mundo se
derrumbó frente a mis narices y todo sucedió tan rápido que no me dio tiempo
para voltear y retroceder al punto de partida. Aquellos que consideraba como
amigos y hermanos se han marchado, algunos desarrollan sus labores como si no
ocurriera nada nuevo, incluso ya ni saludan como lo hacían antes, será que es
porque ya no poseo un cargo de importancia y que simplemente todo lo que viví
fue una amistad por intereses. Mientras tanto otro grupo que quizás esos si se
les puede decir amigos, me saludan y piensan que todo está bien, sin darse
cuenta que dentro hay un corazón muerto, lleno de angustia, pesar y que de vez
en cuando necesita un abrazo sin ninguna pregunta de por medio. No creo que sea
lo mejor contarles porque estoy así, ya cometí el error de contarle uno de mis
problemas a parte de ellos y bueno… Ya no están a mi lado, quizás debe ser
porque puedo llegar hacer una mala influencia para ellos o simplemente en su
momento se acercaron para simplemente saber cuál era el chisme, ahora es cuando
me doy cuenta lo que tu dijiste tantas veces:
“Maldito el hombre que confía en el hombre”, y ¡sí! bueno devuelta me volví
a equivocar en eso, consideré más importante una amistad con el mundo antes de
considerarte a ti como el mejor de todos los amigos, disculpa… Quizás ahora
estas un poco dolido porque durante tanto tiempo intentaste ser mi amigo y yo
simplemente te hice a un lado o tal vez estás enojado porque me tape mil veces los oídos para no escuchar tu
voz cuando debí hacerlo, aahh… es que esta vida da tantas vueltas ¿no? Y bueno
yo creo que me estoy mareando tantas vueltas, eso de vez en cuando me cansa,
porque voy perdiendo el sentido de esta vida, será que es por el dolor que
siento o son solo caprichos míos… Eso no lo logro distinguir, es que ya ni
siquiera me conozco, o quizás si se quién soy una persona egoísta, envidiosa,
celosa, impulsiva, soberbia, orgullosa y bueno en definitiva a veces me miro en
el espejo y veo un monstruo, sí y eso sin contar mi apariencia física. Miro
hacia atrás y no puedo creer todo el daño que cause, cuántas vidas destruí y yo
seguí como si nada pasara a mi alrededor, bien ciego que estaba ¿no? Bueno
ahora miro mi presente y es algo nostálgico, solo e incomprendido. A veces me
pregunto incluso si oyes mis oraciones, o si estás ahí cuando estoy llorando,
si para algunos suena algo loco pensar eso, pero yo lo pienso porque aún no se
siquiera si estoy cerca de ti o estoy más lejos que antes. Es por eso que te
escribo porque quizás esta carta puede llevar a un lugar más lejano a donde si
podrás leerla, no se quizás son pensamientos de niño, pasa que cuando era
pequeño a mi parecer era más inofensivo y vulnerable, es así como me siento
ahora, como un niño que pide ayuda a su padre esperando que este le ayude. No
sé si estoy demasiado ciego que no veo las maneras en que me quieres ayudar o
realmente me perdí y estoy en el lugar equivocado. Aahh… sabes que se me
olvidaba mencionarte, creo que mi familia está un poco enojada conmigo, bueno
por lo menos mi hermano y mi papa, piensan que es una tontería lo que me pasa
que son puros caprichos, que mujeres hay un montón, haay… si tan solo supieran
cual es el real problema quizás me entenderían un poco por qué ya no sonrío
como antes o el de porque ya no encuentro motivación en lo que hago. Mientras
que mi madre y mi hermana puedo sentir que están mal por mi culpa, mi madre por
su parte porque no entiende lo que me está pasando y por qué estoy así y bueno…
mi hermana ya sabe que es lo que sucedió pero le duele mucho verme mal.
Financieramente sí que estoy en la quiebra, cero dinero para continuar
estudiando, cuando llegue esté año acá a la universidad dije: ¡Que Genial estar
de vuelta por acá! Ahora me doy cuenta que todo es dinero, y a veces hasta
llego a pensar que el dinero si hace la felicidad, porque sinceramente con el
puedes tenerlo todo o casi todo, quédate tranquilo sí, que son solo algunas
veces que pienso eso, en especial cuando me desespero, es que ¿Sabes? A veces
me gustaría tener dinero para pagar la carrera y ayudar a mamá a estar más
tranquila, arreglarle un poco la casa o comprarle una parcela en el campo y
hacerle una casita para que pueda estar más tranquila, también le pagaría los
estudios a aquellos que he visto y sé que no tienen absolutamente nada para mantenerse.
Pero bueno… no es así esos son solo sueños o pensamientos que me vienen de vez
en cuando, la realidad es que no tengo nada, ni siquiera sé si podré seguir
estudiando el segundo cuatrimestre en la universidad, ya que la ayuda que
supuestamente me iban a dar no la he visto, quizás fue solo algo que me dijeron
para que me quede tranquilo por un momento, para luego decirme que no se
podría, bueno, no me quiero adelantar a eso, pero es lo que pienso, además me
dijeron que académicamente me tenía que ir excelente para poder conseguir una
ayuda y en realidad me cuesta bastante, por más que leo no me entra todo, creo
que soy un poco torpe para estudiar o quizás flojo, lo único que pasa es que
muchas veces mi cabeza quiere estallar, tal vez son escusas y aun no me doy
cuenta de eso, es ahí cuando me miro y me pregunto todos los días ¿Será que
realmente quieres que sea Médico? O tal vez estoy aquí simplemente porque yo lo
quise y no por que estuvo dentro de tus planes, no sé qué pensar, a veces
quisiera tener la sabiduría e inteligencia que tú le concediste a Salomón, e
incluso te la pido, pero más torpe y tonto me siento. Mi padres y mis hermanos
piensan que soy inteligente, lo cierto es que yo no me veo así, solo soy del
montón de aquel montón que realmente es muchas veces incapaz simplemente porque
sus capacidades no permiten ser algo más.
¿Sabes? Me acordé de cuando fui a colportar por primera vez, que rayos hacia
ahí ¿no? Paciencia le diste al líder para que no me echara, porque realmente
era muy desordenado y flojo. Aún recuerdo como termine ese verano, contento,
porque no sabía cómo había sobrevivido a tal travesía, solo tenía una idea en
la cabeza es que debía volver a repetirlo una vez más, y así fue… Colporté
varias campañas más conocí a gente maravillosa, pase experiencias inolvidables,
eso debe ser porque tenía la llama de ser misionero dentro de mi corazón, ahora
miro hacia aquellos tiempos y me doy lástima porque ya no siento lo mismo, ya
no tengo la motivación de antes de ser un misionero, quizás será por el momento
en que estoy pasando, deje un cargo que me gustaba simplemente porque me
dijeron que sería más fácil recibir una ayuda económica así, y bueno… Aún estoy
esperándola, ¿Sabes? A veces pienso que en realidad fueron puras mentiras y si…
las creí que tonto ¿no? Todo eso en fin me hace alejarme cada vez más de lo que
en algún momento me apasionaba que era el ser misionero, hasta había
incorporado un lema a mi vida! “Seremos
misioneros o no seremos nada”, que momentos aquellos ¿cierto? Eran momentos
en los cuales había mucha gente a mi alrededor y si era simplemente gente,
porque cuando sales de ese círculo, prácticamente nadie te toma en cuenta y
claro… aquí estoy yo fuera de ese círculo, ya sabrás como…
Pienso que tendría que contarte un poco de lo de ayer, ya iban varios días en
los cuales estaba luchando para sentirme bien, te gritaba, te lloraba, te
clamaba para que me dieras una respuesta, no te echo la culpa de seguro fui yo
el que estaba tan lejos que no pude oír, bueno terminado el culto la vi con
otro chico, sinceramente se me partió el corazón, al ver como lo miraba, como
le sonreía y como le hablaba. Extrañe esos momentos, y más aún porque estaba
sentado solo… al terminar el culto quería conversar con ella, había pasado un
tiempo de la última vez que no conversábamos y bueno todo había quedado mal,
seguro nos viste discutiendo ese día…Pero bueno, esta vez no quería eso,
simplemente quería quedar en paz, le pedí conversar y pude ver en ella que
simplemente no quería, le pedí que por favor me entendiera, que me costaba el
verla bien mientras yo no conseguía siquiera dormir, no sé si fue ilusión mía o
no pero sus ojos estuvieron por un tiempo brillantes, ella guardo silencio…
Después de conversar un poco, le pregunte si estaba pasando algo con aquel
chico, y me respondió que se estaban conociendo, lo único que se me cruzo por
la cabeza fue que quería conocerlo para algo más, tuve miedo… ahí estaba
aquella la que alguna vez fue mi confidente, mi amiga, mi compañera. Pude
sentir el frio de la soledad abrazándome una vez más y comprendí una vez más
que para mí era imposible restaurar lo
que en algún momento se había quebrado, en ese momento mi impulsividad me ganó,
le dije que le contaría el problema a aquel, ella se enojó y quería irse, mi desesperación
me estaba ganando, no sabía qué hacer, mientras más la miraba me daban ganas de
abrazarla, llorar junto a ella, pedirle perdón y decirle simplemente que me
escuche solo un momento más. Ya estaba cansada, no era la primera vez, me dijo
que tenía miedo de mí, ahí fue que comprendí lo terrible que puede ser una
persona que está lejos de ti. Le dije que no haría algo que le hiciera daño,
después de todo tenía que aprender, ya le había hecho bastante daño. Sé que
viste todo lo que ocurrió, viste el temor que sentía, viste cuando después de
solucionar un poco eso la abracé y le dije al oído que me perdonara, pero
sobretodo me había dolido muy profundamente el hecho de que me dijera que tenía
miedo de mí, mientras me marchaba dijo mi nombre, no sé para qué, tuve la
intensión de volver, pero realmente estaba pensando sobre la clase de persona
en la que me convertí. Seguro me viste llorar en la noche y ¡si! Como no si te
discutía cada cosa, te pedí que por favor acabaras conmigo, te roge que lo
hicieras, después de todo dentro de mí solo hay maldad, una vez más sentí que
no me escuchabas o quizás estabas sentado en aquella silla mirando como lloraba
y te gritaba desde lo más profundo de mi ser.
Sinceramente no sé qué hacer, mi cuerpo no funciona bien, conciliar el sueño es
un dilema, ando cansado tanto así que hacer mi culto es una lucha, amanezco
triste, la medicación que me dieron por lo menos me ayuda en algo, aunque
hambre suelo a veces ni tener. Tu sabes… tú me conoces, sabes mi levantar y mi
acostar, sabes mis luchas, mis derrotas y mis victorias, sabes lo confundido
que estoy en este momento y sabes que si tuviera algo que pedirte lo que te
pediría es que pudieras restaurar aquello que en su momento quebré, porque yo
fuerzas no tengo, mis ánimos se agotan, las ganas de vivir se van cada día y
bueno… pude comprender que simplemente soy un ser humano que depende de tu
misericordia para seguir viviendo. Eres el único que puede restaurar lo
perdido, el único que puede transformar mi vida, el único que me entiende y el
único al que puedo recurrir cuando veo que muchos me han dado la espalda.
Espero no estés enojado por todo lo que paso durante todo este tiempo, tan solo
pido que puedas leer está carta y bueno, si tienes algo de tiempo en tu ocupada
agenda, puedas contestarme, después de todo no es fácil mantener el universo
entero, pero bueno eres Dios tu todo lo puedes…
PD: Espero te acuerdes de mi porque he estado tanto tiempo
lejos de ti creyendo que estaba cerca que seguro quizás no me reconoces.
Atte. Kevin Vera Montecinos